Albares propone que España acoja una conferencia de paz entre Israel y Palestina

Jose Manuel Albares, ministro ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Jose Manuel Albares, ministro ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Mateo Lanzuela
Jose Manuel Albares, ministro ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, ha propuesto este lunes a sus homólogos de los 27 que España acoja una Conferencia Internacional por la paz entre Israel y Palestina en un momento en el que las hostilidades con Hamás están en su punto más álgido. Esta oferta se da en paralelo a la idea del Gobierno de que la Cumbre del Mediterráneo, que tendrá lugar el mes que viene en Barcelona, sirva como el primer paso de las conversaciones. Esa propuesta la defendió hace días el presidente, Pedro Sánchez, y ahora Albares la ha repetido en el Consejo de Exteriores en Luxemburgo.

"Queremos que no sea una conferencia como hemos visto en otras ocasiones sino que pueda suponer una paz definitiva. Esa paz definitiva, para toda la región, solo llegará a través de la solución de los dos estados. Es la solución que he puesto encima de la mesa", resumió el ministro, con un planteamiento que podrá asemejarse al encuentro que ya se dio en Madrid en 1991.

Albares se refirió a la reunión que entonces sirvió como primer paso para lo que luego fueron los Acuerdos de Oslo, cuyo cumplimiento ahora está muy en duda. "El lugar poco importa si se cumple el objetivo. España siempre estará dispuesto a acoger este objetivo. Lo hicimos en Madrid en 1991", ha comentado el titular de Exteriores después de una cumbre a 27 que ha evidenciado la división sobre la posible "pausa humanitaria" para proteger a los civiles. España, por su parte, sigue defendiendo "la solución de dos Estados", que en cambio para el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, "está cada vez más lejana".

"La dificultad estriba en que Hamás está integrada en la población civil de Gaza, no hay una solución de blanco o negro", aseguró el ministro de Exteriores letón, Krisjanis Karins, que pide pensar además en "cuáles son los objetivos", poniendo en primera línea una ofensiva contra los terroristas de Hamás. También el titular austriaco llenó sus palabras de matices. "Tenemos que ponernos en la piel de los israelíes y preguntarnos cómo hubiéramos reaccionado nosotros", expresó Alexander Schallenberg. Finlandia, por su parte, considera que el foco ha de ponerse en "ayudar a todos los civiles". El ministro italiano, Antonio Tajani, añadió la variable de que la UE tiene que trabajar para que no haya un efecto contagio del conflicto.

Por su parte, el propio Josep Borrell insistió en que "no hay nada de retórico" en pedir que Israel se defienda "de acuerdo al Derecho Internacional" y en reconocer que la UE está a favor "de la solución de dos Estados". El Alto Representante sostuvo que hay "apoyo a Israel y condena de los ataques terroristas". Para Borrell, "nadie sabe mejor que el pueblo judío cuánto daño puede hacer un ser humano a otro", en un mensaje implícito para proteger también a la población civil palestina. "Tenemos que hacer frente a una catástrofe humanitaria que se está desarrollando en Gaza; condenar los ataques terroristas y evitar en lo posible la crisis humanitaria, las dos cosas hay que hacerlas al mismo tiempo".

En este sentido, los ministros han coincidido en que la ayuda humanitaria "tiene que llegar más rápido a la zona". Antes de la guerra, dijo Borrell, llegaban "unos cien camiones diarios", algo que ahora no pasa. Entre otras cosas, tiene que llegar combustible para asegurar el suministro básico de los ciudadanos. "Es esencial el apoyo financiero, y se ha acordado que se continúe con él", añadió el dirigente español. Los 27 también han "estudiado la relación" con otros agentes internacionales para "evitar una escalada regional" porque, explicó, "Rusia está intentando sacar provecho de esta situación".

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